20 de mayo de 2012

La dama del siglo XXI (III). Conquistas.

   Últimamente es visible que poco a poco el papel que desempeñaban hombre y mujer en el tema de la conquista, ha cambiado. Antes el hombre, valeroso, seguro de sí mismo, aunque sólo fuera disfrazando la timidez, era el que, con todo tipo de tramas y encantadores trucos, conquistaba a la mujer. El "no" siempre estaba ahí. Pero los hombres aún así se arriesgaban y trabajaban por un "si". Se arriesgaban a no recibir otra cosa que una calabaza.
    Pero esa era la gracia, arriesgaban, ésta es la palabra clave. Pero hoy ésto ha cambiado. Somos las mujeres las que vamos detrás de nuestro objetivo. ¡¡¡ No!!! Es un error!
    No es raro ver que la mujer tiene acorralado al hombre contra la pared.
    La conquista es un gran jardín, los hombres son los jardineros. La mujeres somos miles de flores de distinta especie. Cada jardinero tendrá que regar, podar, abonar la flor que quiera para él. Si lo consigue y la flor responde a sus cuidados podrá cortarla y será para él la flor más bonita de toda la naturaleza. Habrá otras veces que la flor que esté cuidando el jardinero no responda a sus cuidados y no florecerá. No pasa nada, el jardinero buscará la flor que mejor responda a sus atenciones.
   Es un ejemplo muy tonto pero creo que se entiende.
   Como decía mi abuela Margarita, nosotras tenemos que poner la pastilla de jabón en el suelo para que ellos se resbalen. Otra cosa es nosotras conquistarlos a ellos.
   Las mujeres solemos tener a alguien en la cabeza, y podemos cometer el error de perseguirlos ( no en sentido literal ).
   Debemos hacernos valer, por supuesto tampoco ser esfinges que ni sienten ni padecen, pero si la persona en la que hemos puesto nuestros ojos no da señales de nada, jamás debemos tomar al iniciativa. Si no se han fijado en nosotras, peor para ellos, ya vendrá nuestro jardinero ideal.
   Somos reinos prósperos y ricos las mujeres, no debemos dejar que nos conquiste con facilidad ningún pueblo. Y mucho menos conquistar nosotras ningún reino, sabiendo de la riqueza del nuestro. Esperaremos la alianza más conveniente con otro reino, pero deberá ser el otro feudo el que inicie las negociaciones.
    Hagamos que el sexo masculino se levante, comodón, del sofá en el que las mujeres les hemos tumbado. 
  El que realmente nos quiera, luchará por nosotras y por conquistarnos.

    

11 comentarios:

  1. Ánimo Goizu!!!!!!!!!

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  2. Buenísimo!! Una gran reflexión antropológica! Muy verdadera! Y animante!
    Enhorabuena!
    Mónica Muñoz

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  3. My dearest Hester, I can see by your intelligent and well-written article that you are a REAL LADY!!! I'm very proud of you....I send you all my love, Lady Downton.

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    1. Thank you Lady Downton, your influence and education also helps me to be a Lady. Kisses.

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  4. Ya sabes que mi opinión es esta. Yo me alegro de haber aprendido esta lección. Esperaré pacientemente porque hay cosas que no deben cambiar...

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  5. En definitiva, un ejemplar, espléndido ensayo!Creo que muchas veces la mujer peca de estar tan encima del hombre para poder ver una mínima muestra de afecto. Se estruja los sesos como nadie para poder sacar un llamamiento de atención.

    Los hombres, muchas veces, no saben valorar a flor que tienen a su alcance. Nila cuidan, ni la protegen del frio, ni del viento. Por eso, muchas veces la pierden.

    Sin embargo, creo que cuando el hombre se da cuenta de todo esto, y cuida a esta preciada y valiosa flor, es cuando es posible que esta crezca y se multiplique.

    Pero también es cierto, que si estás esperando a que tu príncipe azul venga a rescatarte de tu castillo, puede que te mueras esperando. La conquista es un trabajo mutuo.

    Como le digo a mi amado, esto no está nada dicho, aquí las cosas hay que currárselas, y no es un trabajo de uno solo, sino de los dos.

    Saludos Goizu

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    1. Genial comentario Elena!
      Es verdad que una vez el jardinero ha conseguido cortar la flor, esa flor necesitará estar en agua, o ser trasplantada. Asimismo la flor deberá desprender su olor para deleite del jjardinero.
      Gracias por pasear por el camino de la alameda.
      Un beso!

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  6. Totalmente de acuerdo... mi tía abuela de 84 años aún espera a su jardinero...
    Esperemos que no tarde mucho en llegar. Pero ya sabeis lo que se dice "la paciencia es una virtud". No hay nada como una mujer virtuosa...

    Un saludo! Felicidades por el blog! un beso
    María Cristina de las Nieves.

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